Dos personas felices, una tan inocente
Era un joven llamado Anderson, un muchacho muy dedicado a su trabajo, él era un hombre alto, moreno, y de ojos claros, bastante atractivo para las mujeres.
Un día conoció a una chica llamada Daniela, en el momento que la vio se enamoró perdidamente de ella y supuesta mente ella también se enamoró de él.
Pocos días después ellos se conocieron más a fondo y poco ya se habían vuelto novios, todo parecía que marchaba bien hasta que su novia comenzó a incitarlo a que se alejara poco a poco de su trabajo y sus amigos, y sucedió lo que ella quería, a unos cuantos días el dejo su trabajo por ella, y el mismo día que Anderson presentó su carta de renuncia, Daniela le hizo una propuesta de trabajo, el sin dudarlo la acepto. Andrés comenzó a operar en su nuevo trabajo pero en unos pocos meses comenzaron los problemas.
Un día Andrés llego a su casa desesperado, la policía lo seguía, pero se llevó una gran sorpresa, no encontró ni a Daniela y tampoco sus pertenencias, solo una carta que Andrés leía con lágrimas en los ojos que decía "Gracias por trabajar para nosotros".
Realizado por: Leonardo Elias Mesa Mesa


